Recuerdo mis primeros pasos en este mundo, aprendiendo a tocar el laúd, la guitarra y el timple, en las clases de folklore canario que tomé en el colegio. A los 10 años, ya sabía que la música sería parte esencial de mi vida.

A los 14, empecé a impartir clases de música a adultos, en mi barrio, y eso me enseñó tanto como me motivó. Fue a los 16 años cuando decidí experimentar con la guitarra eléctrica y el contrabajo, un amor que me ha acompañado desde entonces.

Una de mis primeras grandes experiencias fue formar parte de la comparsa Rio Bamba, donde ganamos el primer premio en el concurso de comparsas de Las Palmas de Gran Canaria en 1997. ¡Qué momento tan emocionante!

Con el tiempo, tuve la suerte de trabajar profesionalmente con orquestas y otras agrupaciones en el archipiélago canario, donde descubrí la alegría de tocar géneros como la salsa, cumbia y el merengue. A pesar de que mi formación fue mayoritariamente autodidacta, siempre busqué aprender y crecer en cada paso que daba. También estudié Magisterio Musical y Psicopedagogía, así como contrabajo en el Conservatorio Superior de Las Palmas.